Entendimiento perturbado

Las últimas actividades tendientes a solucionar el problema de paz y guerra que mueve a este país han originado una sabía ” conclusión : el país en estos momentos lo que necesita es paciencia Y . Se aventuran a pedirle resistencia a un país que a la fuerza ha cerrado sus ojos a la historia, a un país en el que los estudiantes mayores se han convertido en sonámbulos mientras llega su momento de inmortalidad, a un país en el que los más chicos graban en sus liliputienses cerebros contra quién deben defenderse antes de aprender el himno nacional o las tablas de multiplicar, a una nación que ha sentido la burla de todo el que a querido teniendo de base cualquier indeterminado fundamentalismo; que ambición más disparatada, quién puede ser tan insensato para pedirle firmeza a un país que de tanto tenerla llegó al sentimiento horroroso del olvido ? quién puede ser tan iluso y pretender llegar a ser plenamente convincente para pedirle conformismo a un país que llora y, al cual de tanto llorar se le ha olvidado la razón misma de su desconsuelo ? Quién puede ser tan ingenuo o sentirse absolutamente poseído de sabiduría, para pedirle a este país en el que todos nacemos con el derecho irrenunciable a llorar, semejante condición?.